miércoles, 8 de octubre de 2014

PINCIO: NAZIS

PINCIO: NAZIS: De Un reguero de pólvora de Rebeca West, p.30-31 Algunos de los demás seguían siendo individuos. Streicher era patético, porque obviame...

Aquí escribes el contenido.Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.

martes, 20 de mayo de 2014

UN AMOR DE SWANN

UN AMOR DE SWANN


Marcelo Proust nació en 1871 en un barrio de París y murió en 1922 - el año de edición del UlisesEl CastilloEl cuarto de Jacob y muchas otras grandes obras, como Siddhartha, La tierra baldía o Hemrosos y malditos- en su cama del Faubourg Saint Germaine. En 1905, con el cuerpo muy mal, después de una gran vida social, se encerró en su casa de para escribir su obra, encamado en una habitación cubierta de corcho. Se puso a escribir sus 5.000 páginas, 1917 fue el año de salida del primer volumen y 1922 del séptimo y último; su primer trabajo fue la escritura del primer volumen –con el inicio de su obra- , pero también del último –con el final de su saga-. La leyenda cuenta que en su lecho de muerte le dictaba a Celeste, su asistenta, los últimos párrafos de La fugitiva, o Albertine desaparecida, el penúltimo libro. Por eso de este título hay varias versiones.
Un amor de Swan es una novela en la gran novela; y puede ser una buena introducción a esas miles de páginas rotundas, espesas y magníficas.

lunes, 21 de febrero de 2011

LA DAMA DEL PERRITO

INCIPIT
I
Corrió la voz de que por el malecón se había visto pasear a un nuevo personaje: La dama del perrito.
Dmitrii Dmitrich Gurov, residente en Yalta hacía dos semanas y habituado ya a aquella vida, empezaba también a interesarse por las caras nuevas. Desde el pabellón Verne, en que solía sentarse, veía pasar a una dama joven, de mediana estatura, rubia y tocada con una boina. Tras ella corría un blanco lulú.
Después, varias veces al día, se la encontraba en el parque y en los jardinillos públicos. Paseaba sola, llevaba siempre la misma boina y se acompañaba del blanco lulú. Nadie sabía quién era y todos la llamaban La dama del perrito.
LA VIDA
Antón Pávlovich Chéjov (en ruso Антон Павлович Чехов), (Taganrog, 17 de enerojul./ 29 de enero de 1860greg. - Badenweiler (Alemania), 2 de juliojul./ 15 de julio de 1904greg.) fue un médico, escritor y dramaturgo ruso. Encuadrable en la corriente naturalista, fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura.[1] Como dramaturgo escribió cuatro obras, y sus relatos cortos han sido aclamados por escritores y crítica.[2] [3] Chéjov compaginó su carrera literaria con la medicina; en una de sus cartas escribió al respecto:
La medicina es mi esposa legal; la literatura, sólo mi amante.
LA OBRA
El escritor y crítico literario Richard Ford sostiene que los cuentos de Chéjov son “impenetrables para los jóvenes corrientes”, debido a que nos muestran “sentimientos maduros” y sutilezas de las que no es fácil apercibirse. Según esta interpretación, apoyada por otros muchos autores, se requiere haber saboreado sensaciones como la soledad, la resignación, o la desesperanza, para identificarlas y poder comprender toda la melancolía encerrada en los relatos de Chéjov, ya que éstos están llenos de “experiencia de la vida”.

MUJERES DE NEGRO

Josefa Rodríguez Álvarez (Josefina R. Aldecoa) nació en La Robla León el 8 de marzo de 1.926. De familia de maestros (su madre y su abuela eran maestras que participaban de la ideología del Instituto Libre de Enseñanza, institución que nació a finales del siglo XIX con idea de renovar la educación en España), vivió en León, donde formó parte de un grupo literario que produjo la revista de poesía Espadaña. Se traslada a Madrid en 1944, donde estudió Filosofía y Letras y se doctoró en Pedagogía por la Universidad de Madrid sobre la relación infantil con el arte.
Durante sus años de estudio en la facultad entró en contacto con parte de un grupo de escritores que formaron parte de la Generación de los 50: Carmen Martín Gaite, (Entre Visillos, Premio Nadal del 57, Retahílas, Nubosidad Variable…) Rafael Sánchez Ferlosio, (Industrias y andanzas de Alfanhuí 1952, El Jarama…) Alfonso Sastre, las obras teatrales (Tierra Roja, Guillermo Tell, tiene los ojos triste…) Jesús Fernández Santos, (Jaque a la Dama, La Catedrales…) e Ignacio Aldecoa, ( Gran Sol, Con el Viento Solano…) con quien se casó en 1952 y del que tomó su apellido, dejándose la R. de Rodríguez.
En 1959 Fundó en Madrid el Colegio Estilo inspirándose en las ideas vertidas en su tesis de pedagogía, en los colegios que había visto en Inglaterra y Estados Unidos y en las ideas educativas del Krausismo, (base ideológica de la Institución Libre de Enseñanza.
 En 1969 murió su marido (Ignacio Aldecoa) y permaneció 10 años en los que abandonó la escritura dedicándose a la docencia, hasta que en 1981 editó una edición crítica de una selección de cuentos de Ignacio Aldecoa. Continuó su actividad de escritora con novelas como Los niños de la guerra (1983), La enredadera (1984), Porque éramos jóvenes (1986) o El vergel (1988). En 1990 inició una trilogía de contenido autobiográfico con la novela Historia de una maestra (1990), Mujeres de negro (1994) y La fuerza del destino (1997).
En 1998 escribió el ensayo Confesiones de una abuela, en el que abordaba la relación y experiencias vividas con su nieto. En 2000 publicó Fiebre, una antología de cuentos escritos entre 1950 y 1990, y en 2002 El enigma, novela de temática amorosa.
En 2005 publicó La casa gris, una novela que escribió cuando tenía 24 años, en la que narra, en forma de novela protagonizada por Teresa, su vida en Londres en el que refleja la diferencia de España y Europa en los años 50.
La Obra;
Mujeres de Negro
Mujeres de Negro es una novela que forma parte de una trilogía que comienza con la novela; Historia de una Maestra (1.990) y termina con La Fuerza del Destino (1.997)
A su vez Mujeres de Negro esta dividida en tres capítulos titulados: los vencidos, el destierro y el regreso. Como podéis observar cierra un círculo que fue crucial en la vida de los españoles y de España que, por desgracia, duro cuarenta años.

miércoles, 5 de enero de 2011

MADAME BOVARY

Gustave Flaubert, posiblemente el escritor más importante del siglo XIX, sólo escribió algunos cuentos y cuatro novelas: Madame Bovary (1857), Salambó (1862), La  educación sentimental (1869) y Bouvard y Pécuchet (inacabada, edición póstuma). Al final de su vida quería escribir algo que no tratase de nada, que se sostuviese sólo por el estilo, por la escritura misma.  Autor infatigable, decía de sí: “Hoy he estado trabajando todo el día, por la mañana puse una coma, por la tarde la quité”. Sastre escribió una gran biografía: El idiota en la familia, Vargas Llosa un magnífico estudio sobre la señora Bovary y Henry James lo a do ra ba.
Sólo deciros que Madame Bovary es una novela para leer sin prisas; pues posiblemente sea la mejor novela del mundo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

DUBLINESES DE JAMES JOYCE

Dublineses es el primer libro de Joyce; una rendición de cuentas a su ciudad, hecha por un autor que decía que Irlanda era una cerda que se comía a sus hijos. Dentro del volumen aparece un relato “Los muertos”, considerado por Harold Bloom el más triste del mundo, pero también el más hermoso, y el de una mayor perfección técnica. No me resisto a citar su final: “Su alma se desvaneció lentamente al escuchar la nieve que bajaba leve a través del universo y caía débil, como el descenso de su último fin, sobre todos los vivos y los muertos”
Del cuento el gran Houston, otro irlandés de pro, realizó su película más triste; lo cual no es decir poco del autor de Fat City o Bajo el volcán.
La lectura de Joyce supone un reto para cualquier aficionado; pero como decía Truman Capote: “He decidido empezar por arriba”.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

UN AMOR DE SWAN


Marcelo Proust nació en 1871 en un barrio de París y murió en 1922 - el año de edición del Ulises, El Castillo, El cuarto de Jacob y muchas otras grandes obras, como Siddhartha, La tierra baldía o Hemrosos y malditos- en su cama del Faubourg Saint Germaine. En 1905, con el cuerpo muy mal, después de una gran vida social, se encerró en su casa de para escribir su obra, encamado en una habitación cubierta de corcho. Se puso a escribir sus 5.000 páginas, 1917 fue el año de salida del primer volumen y 1922 del séptimo y último; su primer trabajo fue la escritura del primer volumen –con el inicio de su obra- , pero también del último –con el final de su saga-. La leyenda cuenta que en su lecho de muerte le dictaba a Celeste, su asistenta, los últimos párrafos de La fugitiva, o Albertine desaparecida, el penúltimo libro. Por eso de este título hay varias versiones.
Un amor de Swan es una novela en la gran novela; y puede ser una buena introducción a esas miles de páginas rotundas, espesas y magníficas.